miércoles, 7 de marzo de 2007

En la sede la la voluntad popular extremeña












En el lugar adecuado.

Parece que algunos han cogido mucho aire, resuello y sacan pecho. Todo el monte es orégano y además están convencidos de que son los mejores, los elegidos, los que llevaban esperando 24 años para vengar afrentas y oprobios, están dando vueltas al circuito a velocidad del sonido. Están seguros que corren con el mejor bólido, que tienen la mejor escudería y en los boxes tienen a una aguerrida tropa de palmeros y toda una pléyade de ciudadanos en posición de "rebelión cívica", unos de buena fe y otros embobados por la sinfonía orquestal de viento y cuerda que tienen preparada.

Han ensayado mucho, se han paseado por todos los sitios, han hecho que las tarifas de los móviles cuando llegue la "facturita" a más de uno le de un patango, han usado todas las nuevas y viejas tecnologías para estar en plena forma. En corrillos, cenáculos y reuniones selectas ya tienen buscado al taxidermista que se encargará de preparar los trofeos que mañana se merendarán y cuál consumados maestros del billar a tres bandas se llevarán de una sóla tacada a dos por el precio de uno.

Nada que objetar, muy al contrario es en este momento en el que la ciudadanía debe visualizar, ver y comprender cuál debe ser el camino que tome Extremadura, al socaire de Refinería y Terrorismo, meros alibis coyunturales, los aprendices de brujo han hecho sortilegios, consultado a augures y quiromantes, conxurado a las meigas en una queimada muy elegante, y por último a los astros y están convencidos que es su dia de gloria.

Pues nada, que así sea, que en la sede de la voluntad popular de Extremadura unos y otros contrapongan sus discursos, confronten posiciones, expliquen y sean leales y democráticos. Yo tengo muy claro que los míos, uno es socialista ya no se acuerda desde cuando, lo son y lo han demostrado, al aspirante y su grupo le corresponde demostrar que estar a la altura de las circusntancias es algo que se tiene que ganar y mañana tiene una buena oportunidad de ser el mismo, si la partitura que interpreta se la han escrito otros, si se organiza una tangana similar a la de hoy en el Senado, no dejará de ser un portavoz de un guión viejo y manido.

Mientras unos, los míos, piensan en clave del siglo XXI, otros me temo que siguen anclados en el XIX y añoran a Cánovas del Castillo.
Juan Carlos Rodríguez Ibarra y Guillermo Fernández Vara son de mi equipo, Carlos Floriano Corrales del equipo contrario, uno intenta ser objetivo y pide fair play, si no lo hay estoy seguro quién no lo practicará, pero mañana no deja de ser un día más en una tarea que los socialistas llevamos emprendida desde hace muchos años, otros quizá mañana estén ante su última oportunidad de creer ser los elegidos por los dioses.






Delphi Automotive Systems. "Hemos cerrado"


La Bahía de Cádiz grita: DELPHI NO SE CIERRA.
Tras más de veinticinco años en la Bahía de Cádiz, 62,14 millones de euros recibidos en subvenciones e incentivos, liderazgo en productividad del grupo y en mejoras de procedimiento y gestión interna, que auparon a la cúspide del grupo a los directivos de la factoría de Puerto Real, como fue el caso de Ignacio López de Airrortúa, superlópez, o el de Alberto Rojas actual Director de Delphi Steering Europa, con carga de trabajo y nuevos pedidos de Ford y Lancia que la actual dirección no admite, decide, ilegal y unilateralmente, el cierre de la factoría.
Las causas alegadas por la empresa para adoptar esta decisión son la quiebra del grupo empresarial en 2005 y la exclusión de la factoría de Puerto Real en la venta del paquete global de las divisiones de direcciones y transmisiones a Platinum Equity, por las perdidas acumuladas de 150 millones de euros en los últimos cinco años, negando en todo momento que se trate de un problema de deslocalización empresarial.
Efectivamente la raíz del problema se encuentra en la pésima gestión de los directivos del grupo, que en menos de diez años han convertido al líder de la automoción mundial en un gigante con pies de barro que pierde sus mercados, incluido el propio de Norteamérica, a favor de otras marcas japonesas y europeas que han innovado reduciendo el consumo energético, apostando por nuevas tecnologías y energías limpias, y por los métodos de trabajo en equipo. El comienzo del declive de General Motors se inicia con la salida de Ignacio López de Arriortúa del Consejo de Administración. La soberbia y prepotencia de los consejeros norteamericanos se impuso sobre la conciencia de los retos a los que se enfrentaba la industria automovilística en un mercado global. Y ahora, desde la lejanía, se quiere hacer pagar a los trabajadores de la factoría de Puerto Real y sus familias por la ineptitud y negligencia de los directivos norteamericanos.
Pero no es cierto que la factoría gaditana de Puerto Real sea deficitaria. No es aceptable el argumento de las perdidas de 150 millones de euros de los últimos cinco años. Como trasnacional el grupo empresarial ha estado planificando los resultados económicos de sus factorías nacionales, minimizando impuestos en España y enjugando las perdidas generadas por su matriz norteamericana, mediante un precio excesivamente bajo de venta de los accesorios producidos en Puerto Real a la matriz.
La carga de trabajo y los nuevos pedidos es la prueba palpable del buen hacer y de la competitividad de la plantilla de la factoría puertorealeña.Tampoco es cierto que no se trate de un caso de deslocalización. Esta incluye diversas situaciones: el traslado de las actividades productivas, todas o parte, a países emergentes de bajos salarios (PEBS) instalando una nueva empresa o recurriendo a la subcontratación; la instalación de una nueva unidad productiva directamente en un PEBS para vender sus productos en países desarrollados; y sustituir un subcontratista por otro de un PEBS de productos intermedios, que sería el caso que el posible comprador de las divisiones de dirección y trasmisiones, Platinum Equity, se haya planteado con la producción realizada en Puerto Real. De ahí el interés manifestado por la dirección en presentar el cierre de la factoría como un hecho consumado, y el acierto de la decisión del Comité en responder con la ocupación de la factoría, evitando su cierre real, la negativa a paralizar la producción y la contundencia en la consigna de que Delphi no se cierra. Delphi quiere negociar el coste del cierre. Mantener la actividad le rompe la estrategia de venta y el diseño de su actividad en el futuro.
La principal amenaza para la humanidad en las condiciones actuales de carencia de contrapoderes sociales y políticos mundiales es la deslocalización de las empresas, la movilidad del capital, a la que los actores sociales y políticos responden con estrategias nacionales impotentes que terminan provocando la mundialización totalmente desequilibrada que padecemos.
La impunidad de las trasnacionales es manifiesta en flagrantes violaciones de la legislación medioambiental y laboral de los Estados. El margen de maniobra es mínimo en casos como Delphi, es necesario un “milagro” para evitar el cierre de la factoría de Puerto Real.
¿Es posible ese milagro? Depende, en primer lugar, de la unidad, determinación y confianza en si mismo de los propios trabajadores de la factoría de Puerto Real, en segundo lugar, del apoyo y determinación de todas las administraciones públicas: ayuntamientos, Diputación, Junta de Andalucía, Administración Central, universidades y centros de investigación; y, por último, del apoyo firme y decidido de toda la población de la Bahía de Cádiz.
A ello se han puesto manos a la obra, para lograr transformar la crisis de la amenaza de cierre en oportunidad para generar en torno a la tecnología y buen hacer de los trabajadores de la factoría un ejemplo de respuesta a los problemas generados por la globalización neoliberal del capital.
Si Delphi no da marcha atrás, los trabajadores están dispuestos a desarrollar el cluster (distrito industrial de Delphi y sus auxiliares) y los sistemas de administración-universidad-empresa y otros instrumentos de transferibilidad de la investigación y el conocimiento a los productos de la factoría. Desarrollando la “región del conocimiento” en la Bahía de Cádiz partiendo de la plantilla, tecnología, productos, mercados y relaciones institucionales de la factoría de Puerto Real.
La Agencia de la Innovación de la Junta de Andalucía y los Departamentos especializados de la Universidad de Cádiz deben ser cooperadores necesarios en explorar la viabilidad técnica de mantener los productos de Delphi sin pertenecer al grupo; mantener sus mercados actuales en el sector automovilístico y la posibilidad de ampliarlo a sectores como el aeronáutico, naval y el emergente de energías renovables utilizando la maquinaria y tecnología existente en la factoría y dotándolo de un centro de I+D+I externo y en red con la misma ubicado en la Bahía de Cádiz, que acerque al territorio y su población la toma de decisiones; las condiciones para su viabilidad financiera; y la posibilidad de crear una Sociedad Anónima Laboral (SAL) entre los miembros de la plantilla que apuesten por el mantenimiento del empleo y la actividad productiva.
Delphi no se cierra, porque está en la Bahía de Cádiz y allí lo posible lo hacen porque es su obligación, lo imposible lo transforman en posible y, asimismo, lo hacen.
No hay milagros, sino constancia, perseverancia y convicción.
DELPHI no se cierra.

Leyendas de Aljubarrota. Lendas de Aljubarrota.



A Padeira de Aljubarrota.


Brites de Almeida não foi uma mulher vulgar. Era feia, grande, com os cabelos crespos e muito, muito forte. Não se enquadrava nos típicos padrões femininos e tinha um comportamento masculino, o que se reflectiu nas profissões que teve ao longo da vida. Nasceu em Faro, de família pobre e humilde e em criança preferia mais vagabundear e andar à pancada que ajudar os pais na taberna de donde estes tiravam o sustento diário. Aos vinte anos ficou órfã, vendeu os poucos bens que herdou e meteu-se ao caminho, andando de lugar em lugar e convivendo com todo o tipo de gente. Aprendeu a manejar a espada e o pau com tal mestria que depressa alcançou fama de valente. Apesar da sua temível reputação houve um soldado que, encantado com as suas proezas, a procurou e lhe propôs casamento. Ela, que não estava interessada em perder a sua independência, impôs-lhe a condição de lutarem antes do casamento. Como resultado, o soldado ficou ferido de morte e Brites fugiu de barco para Castela com medo da justiça. Mas o destino quis que o barco fosse capturado por piratas mouros e Brites foi vendida como escrava. Com a ajuda de dois outros escravos portugueses conseguiu fugir para Portugal numa embarcação que, apanhada por uma tempestade, veio dar à praia da Ericeira. Procurada ainda pela justiça, Brites cortou os cabelos, disfarçou-se de homem e tornou-se almocreve. Um dia, cansada daquela vida, aceitou o trabalho de padeira em Aljubarrota e casou-se com um honesto lavrador..., provavelmente tão forte quanto ela.
O dia 14 de Agosto de 1385 amanheceu com os primeiros clamores da batalha de Aljubarrota e Brites não conseguiu resistir ao apelo da sua natureza. Pegou na primeira arma que achou e juntou-se ao exército português que naquele dia derrotou o invasor castelhano. Chegando a casa cansada mas satisfeita, despertou-a um estranho ruído: dentro do forno estavam sete castelhanos escondidos. Brites pegou na sua pá de padeira e matou-os logo ali. Tomada de zelo nacionalista, liderou um grupo de mulheres que perseguiram os fugitivos castelhanos que ainda se escondiam pelas redondezas. Conta a história que Brites acabou os seus dias em paz junto do seu lavrador mas a memória dos seus feitos heróicos ficou para sempre como símbolo da independência de Portugal. A pá foi religiosamente guardada como estandarte de Aljubarrota por muitos séculos, fazendo parte da procissão do 14 de Agosto.
O Monstro de Aljubarrota.

No dia 14 de Agosto de 1385 estavam os exércitos português e castelhano frente a frente, naquela que seria conhecida para sempre como a batalha de Aljubarrota. Eram cerca de 22 000 castelhanos contra 7 000 portugueses, mas, apesar da desproporção de forças, os espanhóis hesitavam em atacar, impressionados pela serenidade mística dos portugueses. Assim ficaram durante horas, mas por fim os castelhanos avançaram e a luta foi renhida, não conseguindo o invasor atingir a estratégica defesa portuguesa. Desesperados e tendo conhecimento da existência de uma grande fera nas imediações do terreno, os castelhanos decidiram procurar a besta infernal para que esta os auxiliasse. Neste grupo de busca encontrava-se um reputado bruxo castelhano que capturaria o monstro através das suas artes mágicas. Após ter sido hipnotizado pelo bruxo, o monstro concordou em ajudar os castelhanos. Colocado em frente do exército português, livrou-o o bruxo da sua influência para que pudesse recuperar o seu carácter violento e devorar os portugueses. O monstro temível avançou e começou a desfazer os soldados que estavam à sua frente, assustando até D. João I que se lembrou de invocar a ajuda do seu patrono S. Jorge e da Virgem Maria, com toda a fé que tinha. Segundo a lenda, S. Jorge desceu dos céus montado no seu cavalo e rodeado por uma bola de fogo, lançando-se com a sua lança sobre a terrível fera. Depois de vencer o monstro, S. Jorge virou-se contra o exército inimigo desbaratando as sua fileiras e ajudando os portugueses a alcançar a vitória. D. João I mandou edificar uma ermida onde foi colocada a imagem de S. Jorge montado no seu cavalo, matando o monstro com a sua lança.

Quem manda em Portugal são os portugueses e a suas lendas.