lunes, 12 de marzo de 2007

Pablo Iglesias Posse.



Leyendo EL SOCIALISTA del año 2000.


Hoy leía la edición digital de nuestro siempre joven periódico, ya no son tiempos de cajistas y trabajadores del Arte de Imprimir, pero me he topado con la edicción que en el año 2000 se realizó con motivo del 150 aniversario del nacimiento de "El Abuelo".
Nada más reconfortante que volverse a zambullir en esa monografía, escudriñar, observar, y meditar con reflexiva convicción de dónde venimos y quiénes somos. Os aconsejo que hagáis ese pequeño ejercicio intelectual de recuperar las señas identitarias de esas siglas que son patrimonio común de la historia del movimiento obrero de España.
Como muestra os dejo mi homenaje a Pablo Iglesias, que junto a otros 5 compañeros figuran en dicha monografía. Desde el orgullo de que allí está, hoy más que nunca me siento dichoso y agradecido a aquellos que me precedieron, y a aquellos que dejaron mi modesta opinión para siempre, en aquella inolvidable y significativa fecha, en ese número extraordinario de nuestro EL SOCIALISTA.
José Carlos Molina Arqueros
En estos tiempos de política correcta, de buenas formas y maneras, de socialismos liberales y libertarios aparece, como caída de una constelación muy lejana, la palabra de Pablo Iglesias.Hospiciano, aprendiz de tipógrafo, luchador, concejal, diputado, dejó entre la clase oprimida de este país un poso difícil de olvidar. Este gallego universal, nos ha legado lo mejor que puede legar un ser humano: su ejemplo.
Nadie es hijo de nadie, es hijo de sus circunstancias y del entorno en el que crece y pace, nuestras palabras, que deben ser el mejor motivo de ejemplo de nuestro compromiso ético y político, nos hacen esclavos de ellas y debemos ser consecuentes. Yo soy de los que cree que ser "socialista" es una ética de vida y nunca exigiré a los demás que así sea para ellos -en el PSOE cabemos todos- pero sí exigiré que se respete mi compromiso.
Como decía aquel poeta que murió lejos del hogar y lo cubre el polvo de un país vecino: caminante no hay camino, se hace camino al andar, y al volver la vista atrás se encuentra la senda que nunca más volveremos a pisar. Ese camino es el de la tolerancia, la lucha contra la injusticia y la ética en el comportamiento. Por ello apuesto, en estos tiempos difíciles para los utópicos, pero siempre que llueve escampa, y volverá a llover a cántaros y esa lluvia nos volverá a llevar a la senda que nunca debimos abandonar: la coherencia y el compromiso con una ideología y unas siglas que nos legaron: Pablo Iglesias, Jaime Vera y Antonio García Quejido.
Tu palabra tiene la rotundidad de la verdad y esa verdad se acrecienta día a día en un mundo globalizado y correcto. Hasta siempre compañero del alma, compañero: Pablo Iglesias, un "socialista" a secas, sin adjetivos calificativos.

150 años de Pablo Iglesias