viernes, 22 de febrero de 2008

Viento del pueblo me......


Dicen que los anticiclones y las borrascas vienen dos Açores, ayer a las 00.00 horas comenzó la campaña electoral para las Elecciones Generales a Cortes de 2008. De aquellas islas, desiertas antes de la llegada de los portugueses, situadas en medio del Atlántico se acercan a la Península Ibérica los anticiclones y las borrascas. Unas traen sol y otras agua, aunque parece que desde que na Ilha Terceira se reunieron, un día, la Tríada Capitolina (Bush, Blair y Aznar) y se inmortalizaron para la posteridad los tres barandas, dejando al dueño de la casa, Durao Barroso, fuera de la foto uno no sabe lo que viene o lo que debería venir según la climatología.
Mucho está en juego y mucho se juegan algunos augures, predicadores, nigromantes, trileros y Registradores de la Propiedad, otros nos jugamos que esta piel de toro se vuelva otra vez triste, casposa, zaragatera y como Dios manda. Los que siempre entendieron que este país es suyo saben lo que quieren y no van a poner coto a recuperar, al precio que sea, lo que les pertenece.
Nosotros tenemos que hacernos creíbles, convencer, acompañar y explicar que queremos compartir esa tarea con los ciudadanos, que sin ellos no tenemos razón de ser, y para conseguirlo visto lo que se nos avecina desde Os Açores debemos sudar hasta la extenuación porque nadie nos va a regalar nada.
Nada mejor que recobrar la memoria de Miguel Hernández, de su Viento del Pueblo, estas estrofas:
Cuando los campesinos van por la madrugada
a favor de la esteva removiendo el reposo,
se visten una blusa silenciosa y dorada
de sudor silencioso.
Vestidura de oro de los trabajadores,
adorno de las manos como de las pupilas.
Por la atmósfera esparce sus fecundos olores
una lluvia de axilas.
Entregad al trabajo, compañeros, las fuentes:
que el sudor, con su espada de sabrosos cristales,
con sus lentos diluvios, os hará transparentes,
venturosos, iguales.
Sudemos compañeros, sudemos y reguemos con nuestro sudor las yermas tierras para que renazca la primavera y nunca vuelvan las sequías a acabar con nuestras ilusiones y esperanzas.