miércoles, 7 de mayo de 2008

Dando la cara



Solo la coherencia podía alcanzar las cotas de dignidad en una persona que ha sido el personaje más importante de la historia moderna de Extremadura. Juan Carlos Rodríguez Ibarra volvió a demostrar que la historia la escriben los pueblos cuando son libres de decidir por ellos mismos, cuando eligen al mejor para patronear y dirigir la nave, pero siempre conjugando las formas verbales de: nosotros, juntos, todos, etc.
Ante los suyos, los socialistas, anunció que no volvería a ser candidato a la Secretaría General en el X Congreso del PSOE de Extremadura, con su natural contundencia, aplomo, coherencia y con la seguridad de que se encontraba entre los suyos decidió libremente dar un paso atrás y puso en manos de su Partido la decisión de democráticamente elegir a la persona que ocupe a partir de julio la Secretaría General.
Dando la cara, con su natural ironía, siendo el que siempre fue, es y será, el compañero Juan Carlos seguirá demostrando que ser socialista es algo que merece la pena, allá donde esté, porque la senda trazada tiene abiertas amplias alamedas por donde los extremeños podremos transitar libremente, creando nuestro futuro con las herramientas de la solidaridad, la justicia, el compromiso, el riesgo y una ideología que sigue vigente, que se retroalimenta y que es capaz de adaptarse a los tiempos porque nació para hacer libres a los seres humanos y en esa tarea aún nos queda mucho camino por andar.
Nunca fui amigo de adulaciones, lisonjas o loas, siempre fui, soy y seré un socialista que intenta vivir como tal, nunca pretendí que nadie asumiera mi compromiso, pero siempre exigí respeto a mi forma de vivir la militancia política, en ese camino aprendí mucho de mi Presidente y Secretario General, siempre le fui leal porque no creo en fidelidades, aunque disentí de algunas de sus actuaciones, pero siempre tuve la coherencia de decirlo a la cara, alto y claro.
Recorrimos muchos caminos juntos y juntos seguiremos demostrando que somos socialistas, que cada uno jugó un papel y que ambos sacamos matrícula de honor en las responsabilidades que desempeñamos, porque simplemente hicimos una cosa: ser coherentes.
Gracias por todo compañero.