sábado, 22 de noviembre de 2008

El Retablo de las Maravillas


El Retablo de las Maravillas no es el entremés de Don Miguel de Cervantes Saavedra, aunque si hay pícaros y artistas que intentan engañarnos con las más pías de las intenciones. El Chanfalla del moderno retablo es Fray Josefo Bono, hombre pío donde los haya, que llevado por su acendrada piedad y fuertes creencias, muy respetables ambas cualidades, ha propuesto que se instalara una "plaquita" a una monjita, ya SANTA, de la Iglesia Católica y Apostólica Romana en el Congreso de los Diputados.
Como se avecinan las fiestas del solsticio de invierno, la Navidad para los creyentes católicos, se ha armado la marimorena y la zambomba ha sonado más fuerte que nunca y según los que curan y velan por nuestras almas impías, nos han salido a algunos los rabos, cuernos y demás zarandajas a la luz del día y se ha vuelto a demostrar el mal endémico que nos aqueja a los malos: "el ODIUM FIDEI". Entre las muchas admoniciones, prédicas, exorcismos y demás armas para luchar contra el maligno que a algunos nos domina, me quedo por su frescura y claridad con la de un ilustre escritor y periodista llamado Juan Manuel de Prada con dos articulos en los medios que colabora: ABC con el titulado Maravillas del Congreso y L ´Osservatore Romano con el titulado Il genio di San Paolo.
Nos deleita el baranda con los siguientes trazos: "Si el proceso de canonización de Santa Maravillas de Jesús no hubiese concluido, el rechazo de estos congresistas del demonio a conmemorarla con una placa en el edificio donde nació habría servido al postulador de su causa como prueba de su santidad. Pues es facultad milagrosa de los santos hacer rabiar a los demonios, que como nos recuerda la Epístola de Santiago «creen y odian»; y el odio a la santidad lo expresan alejándola de sí, ya que en su proximidad sufren convulsiones y metamorfosis la mar de desagradables. Si la placa conmemorativa de Santa Maravillas se hubiese finalmente instalado, muchos congresistas habrían empezado a echar espumarajos y a mostrar las pezuñas por las bocamangas".
Estamos todos los malos, se entiende, poseídos por el sentimiento demoníaco del ODIUM FIDEI y adoramos al maligno por eso echamos espumarajos por la boca y nos asoman las pezuñas por las bocamangas al contemplar pías y santas imágenes. Me miro y no me pasa nada de lo que este baranda dice, será que como soy tan malo no me doy cuenta y gracias a él y a Fray Josefo Bono debo apuntarme a la catequésis parroquial para que alguien me cure de la ceguera que sufro, pero no caerá esa breva, tengo muy claro que como yo respeto a los que creen estos me deben respetar a mi que no creo en su fe.