miércoles, 10 de junio de 2009

Europa con fianza




Una mancha ha recorrido Europa, la de los 27, una mancha que a diferencia de la que produce la mora en el tejido con otra verde se quita, pero esta después de mucho frotar nos lleva a reconocer, con pena, que no es de mora sino de azul fuerte y de caras feas, de meapilas, de trincones, de imputados, de afianzados, de gente guapa. Frente a esta mancha la izquierda socialista, desnortada y sin ideas, asiste atónita a la suciedad que ha impregnado a aquella que por bella intentó raptar Zeus metamorfoseado en toro.
Nada es por acaso fruto del azar, muy al contrario es la cosecha recogida por un club de selectos personajes que pescan con caña en aguas revueltas, que pasean sus trofeos en villas mediterráneas, que cazan con cinbel y con liga, que les gusta la carne fresca y las frescas con ganas de triunfar sin dar un palo al agua, de jet privados y de ideas de mucha enjundia. Derrumbado el kiosco se han encargado de saquear con políticas keynesianas su edificio, lo han apuntalado, lo están repintando, dándole una nueva arquitectura vanguardista y amasando el "taco" en las Cayman Islands y en el quinto c...., allí donde todos están vestidos de ropa de diseño y con guantes blancos y les reciben discretamente con tratamiento de bussiness class.
El baranda que puso a Ilha Terceira para la foto del siglo volverá a regir el Selecto Club de la Europa Azul, tintada de ultramontanos, neofacistas, antisistemas y descreídos de una clase política que les defrauda, que no sabe convivir ni compartir con ellos los graves problemas que afectan al común de los ciudadanos.
Enhorabuena a los agraciados y que sigan por sus fueros, ellos tienen el huevo y fuero, a los demás sólo nos quedan sueños y utopías, pero en las que seguiremos creyendo y por las que seguiremos peleando porque los raptores de la bella Europa pagarán algún día en las urnas y de forma democrática sus culpas y sus mentiras.
He llevado a la tintotería mi traje de beduino tuareg para hacer prácticas para pasar la larga travesía con la experiencia acumulada de otras que ya realicé. Por cierto no me gusta nada la cara de Fabra, la de Topolanek, la de Sarkozy ni la de Gordon Browm y menos la de Berlusconi, pero uno es demócrata y a invernarse y felicitar a los ganadores en buena lid.
Que les vaya bonito.