viernes, 26 de noviembre de 2010

El 7º de Caballería


Cada vez que M.Trinchet abre la boca tiemblan los parias de esta Europa de pacotilla. ¿Quién controla al controlador? La asquerosa verdad es que nadie y te hacen pasar por las "horcas caudinas" a su antojo y cada vez da más asco ver en que se ha convertido esa Europa donde Frau Merkel dicta las reglas y Trinchet y allegados trincan y te ponen los deberes.
Como en las viejas películas del Far West han tocado el cornetín y el 7º de Caballería está dispuesto a "rescatarnos" para que seámos buenos y obedientes, en caso contrario, a la reserva confinado para que los tiburones te devoren.
Esa es la labor y el papel de los bancos en esta crisis que ellos han provocado y ahora quieren arreglar, así en lugar de canalizar el ahorro que han recibido a la inversión productiva lo han llevado a la especulación. Y a otros negocios sucios: los bancos son los que permiten blanquear el dinero, los que se instalan en los paraísos fiscales, los que sirven de vehículo para traficar con armas, con drogas, con personas o para que los terroristas muevan su dinero, los que financian con miles de millones los negocios más sucios y a las personas más impresentables del mundo mientras que los pequeños y medianos empresarios sudan la gota gorda para obtener créditos de unos pocos miles de euros. Y, además, gracias al poder financiero que atesoran han extendido su influencia a la política, a los medios de comunicación, a la creación del pensamiento, a la educación... Y han impuesto las políticas que producen gran desigualdad y así dan lugar a que las crisis sean tan recurrentes y graves.
No hay un resorte decisivo de la vida social que hoy día se mueva libre de la influencia de la banca y los demás con cara de bobos sacralizando el mercado especulativo y haciendo salvajadas con las conquistas sociales.
Se hace necesario decir NO, que YA BASTA, de lo contrario nos iremos todos al carajo y estos barandas velarán por nuestras vidas y haciendas, haciendo de este mundo un cochambroso y cutre lugar.
Espero, confío y lucho para acabar con este estado de cosas, pero cada día me doy cuenta que estoy bastante aislado y que "el todo vale" es la única ley imperante, pero RESISTIRE y espero que las telarañas se le caigan a muchos de los ojos y vean en manos de quién estamos.