miércoles, 6 de enero de 2010

Derechos y Peajes


Uno no puede de dejar de sorprenderse por la rapacidad de algunos, sin cuestionar su creatividad, de pretender cobrar peaje por todo lo que se mueve. La voracidad de algunos que aman el vil metal más que su obra personal les lleva a un estado de paranoia esquizoide ligada a una ceguera frente a un mundo globalizado e interconectado donde nadie puede ponerle trabas al conocimiento y al saber.
Mi compañero y amigo Juan Carlos Rodríguez Ibarra ponía en las páginas de el Diario El País del pasado día 4 el dedo en la llaga con su artículo Fregonas y Maletas de Ruedas y con la lógica más racional intentaba poner cordura en este mundo de descerebrados repleto de claveros de las más finas esencias artísticas. Como no podría esperarse otra cosa, son listos estos que les gusta pasar factura y peaje, hoy en el mismo Diario, Víctor Manuel, aquel que tenía un abuelo picador en la mina, nos deleita con el vademecum de aquellos que están encantados de haberse conocido en su soflama titulada Derechos de Autor. Lejos de establecer un diálogo y contraponer puntos de vista pasa al ataque furibundo y a las descalificaciones sobre la persona de Juan Carlos.
Flaco favor se hacen y nos hacen estos árbitros de la elegancia que piensan que debemos seguir siendo lelos en un país donde, esa es la cruel realidad de España, donde sólo se grita, se insulta o se monta bronca. Donde extrañas alianzas tejen mallas y redes de intereses espúreos y fines inconfesables. Lástima que no seámos capaces de reflexionar y recapacitar sobre lo posible y no sobre lo que a cada cuál le conviene.
Me quedo con la propuesta de Juan Carlos por dos motivos: porque me parece lógica y porque soy socialista y de izquierdas.