domingo, 28 de febrero de 2010

Harto ya de estar harto

Cada día me siento más harto de exégetas, de equilibristas, de trileros, de personajes que se creen con la autoridad de decirte como debes ser, actuar, comportarte. Te dicen que eres viejo, que tus ideas están caducas, que no te comportas como debes.
Te amenazan con excomuniones, autos de fe, gasearte, ponerte en una lista negra, ahorcarte en la picota y que te condenarás por haber sido muy malo, haber abandonado los principios que te inculcaron, de haber traicionado a los tuyos y juntarte con malas compañías. Que has dilapidado tu vida en quimeras y utopías inútiles, que no te adecúas al pragmatismo y al individualismo, que la realidad es muy diferente a la que imaginas, que debes inmolarte en aras de lo correcto y lo que conviene a los que heredaron por Derecho la tierra y el poder de juzgar sobre vidas, haciendas y creencias.
Me cansé de escucharles, me cansé de sus amenazas, de sus sortilegios, de su cinismo y su hipocresía, de su ambición obscena, de su apego a esquilmar y explotar todo lo que pueda rendirles beneficios, de darte consejos sin haberlos pedido.
¡Ya basta! se me agotó la paciencia y tengo muy claro que ya no son mis adversarios sino mis enemigos y como tal los trataré. Perdí la inocencia y no me temblará la mano en decirles una y otra vez que no necesito que me salven, no necesito sus consejos, ni que me tengan lástima porque tengo muy claro que fui, soy y seré siempre un luchador y un soñador de utopías.
Simplemente quiero seguir siendo un socialista que aspira a que este cochino mundo CAMBIE YA.