viernes, 1 de julio de 2011

La gran travesía de la izquierda




Pausé la actividad de este modesto blog en vísperas de un aniversario más del 25 de abril de 1974. Había motivos para hacerlo y dedicarme a mis obligaciones como militante socialista, hoy lo reabro con amplias y profundas heridas, con muchas ilusiones rotas, con amargura, pero orgulloso de ser socialista.




Vestido de tuareg rifeño me apresto a comenzar la larga travesía ante el tsunami azul que ha asolado a mis dos países. Aquí todo se ha vuelto azul y al otro lado de mi corazón azulísimo. Ese azul más intenso es la suma del PSD-PPD y del CDS-PP, la unión de un apuesto empresario que coqueteó con la política y de Paulinho el de las verbenas, rey de los submarinos alemanes y amigo de bailaricos y saraos varios.




Pero ahora más que nunca es necesario comenzar a preparar el futuro, a recuperar la ilusión, la coherencia, refairmar nuestras sólidas convicciones y ser autocríticos de manera reflexiva sin cainismos ni vendettas.




Cuando dentro de pocos días en Extremadura haya por primera vez un Presidente de la Junta que es jefe de filas de la derecha, se habrá cumplido una regla básica de la democracia parlamentaria: la alternancia. Felicitar al que ganó y supo captar la voluntad de los claveros de las esencias de la izquierda real y desearle a ambos éxitos para Extremadura, los suyos personales me la traen al pairo. A los socialistas nos queda una larga tarea de reafirmación, de arduo trabajo, de reverdecer complicidades y recuperar la sintonía con los ciudadanos, porque ellos - sólo ellos - son nuestro bagaje, nuestro apoyo y el objetivo de nuestros esfuerzos.




Con un mundo desquiciado, con unos chantajistas que te ordenan el camino que debes seguir, con unos adalidades de la ortodoxia y del capitalismo rampante, la izquierda socialista deberá repensar como podemos construir un mundo nuevo, diferente y donde lo que importe sea el bienestar, la justicia, la equidad y la solidaridad.




Manos a la obra, hoy comenzamos a cimentar el futuro y sólo de los comprometidos, leales y con serias convicciones pueden hacer que este azul que nos tiñe hasta las cejas cambie de color porque hayámos sido capaces de recuperar la confianza de los ciudadanos.




Salud y a trabajar sin descanso ya que mucho está en juego, porque algunos cuando llegan - aunque tarden en llegar - tienen voluntad de permanecer para siempre.